Hasta siempre

Aquí me hallo ante esta carta que pronto seréis capaces de leer. En este post dejo las razones por las que pondré fin a la aventura que supone la vida. Y es que el lazo que con mucho ímpetu Celestina logró tejer entre mi gran amor Calisto y yo, se ha quebrantado en mil pedazos. Pienso en ti, Calisto; pienso en cada escalón; pienso en el fin de mi profundo amor. Sé que con esto os causaré daño tanto a madre como a ti padre, pero no penséis mal de mi, es mi decisión y la voy a llevar a cabo. Yo no he sido la peor hija que ha podido tener unos padres. Peor lo hicieron antes de mí en tiempos cercanos: hijos que matan padres; hijos que matan hermanos; hijos desmerecedores de aquel amor puro que entregan los padres a sus hijos. No puedo combatir el profundo hastío que asola mi corazón. Es como la vela que se consume ante la llama; es como el barco que choca contra el iceberg; es como el carro que partió y jamás regresó. Y es que desde la partida de mi gran amor siento dentro d...