Sentimientos ante la muerte de Calisto



           

¡Dios mío! Cuando mi querido Calisto fue a saber el por qué de los gritos nunca pensé que fuese la causa por la cuál nunca volvería ver a mi amor. Bajando por la escalera tropezó y cayó al suelo muriendo al instante y con el mis ganas de vivir, mis ganas de seguir adelante... El ya no estaba... ¡Y ahora que hago yo con tan grande dolor en mi pecho! ¿Y cómo dar la cara frente a mi padre y mi madre? ¡Los fallé de mala manera! Se que no les servirá que les diga que lo amaba. ¿Qué será de mi? No puedo vivir sin él, no puedo avergonzar y fallar el honor de mi familia, no puedo hacerlo. Esta angustia y esta culpa que me envenena me está matando... Lo mejor es dejar todo aquí. ¡No puedo con tanto dolor! 

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